Entrevista que le hace Haydeé Rovirosa a Nicole Chaput con motivo de la exposición
Cómo se construye un río en Saenger Galería, Ciudad de México, abril 2022

Nicole Chaput No grites que la niña duerme / 2021 Óleo sobre madera recortada 128x93x8cm
 

Entrevista que le hace Haydeé Rovirosa a Nicole Chaput con motivo de la exposición Cómo se construye un río, en Saenger Galería, Ciudad de México, abril 2022

[Haydee] Tu obra me parece intrigante tiene muchas lecturas y hay muchos niveles para aproximarse a ella, desde luego la ambivalencia es un factor importante. Me gustaría empezar esta plática preguntándote cuales son tus referentes.

[Nicole] Me parece muy acertado que uses la palabra ambivalencia, yo la pienso todo el tiempo en mi práctica pero en términos freudianos, Freud decía que la ambivalencia ocupa el mismo territorio del amor y el odio a la misma potencia y simultáneamente, y eso siento por el arte y la industria de la moda, pintar fue mi formación y me encanta pero también siento una gran rabia por su historia opresiva que ha marginado a cuerpos, sobre todo femeninos, y se ha apropiado de sus subjetividades para narrarlas desde otra perspectiva. En cuanto a la moda se trata de una industria que ofrece el objeto de lujo y pienso que el arte es el objeto de lujo por excelencia. La moda nos ofrece objetos hermosos y seductores, pero están fabricados a expensas de procesos explotadores y opresivos. Lo mismo sucede con el cuerpo de la mujer toda la belleza y todo lo grotesco está construido por la mirada masculina que impone ciertos estándares e ideales. Lo que yo intento en mi práctica no es reproducir esos ideales ya sean grotescos o bellos, sino crear un espacio donde puedan coexistir para lograr una mirada en donde no se pueda encasillar ese cuerpo femenino al que estoy representando.

Es decir, un cuerpo que puede ser grotesco, pero al mismo tiempo tener signos de belleza, de esta manera que la imagen parpadea ante el espectador sin permitir que catalogue a esa mujer, este es el territorio que me interesa explorar. 

Esta ambivalencia me interesa también en relación al cuerpo, la dermis en relación al cuerpo subcutáneo. Me gusta que mis imágenes tengan esa conexión con lo que ocurre adentro de nosotras, que siempre es como un misterio—del cual el hombre se ha aprovechado para construir historias opresivas—como por ejemplo entre los apaches se decía que cuando una mujer menstruaba era porque había un murciélago adentro de su cuerpo que perforaba el útero. 

[H] Lo mismo pasó con la histeria, que, según Platón—en boca de Timeo—aseguró que en las mujeres había un órgano llamado matriz o útero que era un animal que vivía dentro de su cuerpo con el deseo de hacer hijos y que iba errante por todo el cuerpo, provocando síntomas como dificultad para respirar, desmayos y todo tipo de patologías atribuidas a las mujeres. 

[N] ¡Exacto! y me encanta personificar de esa forma a los órganos en los cuerpos de mis mujeres, me gusta pensar en su cuerpo interior desde la fantasía y desde la metáfora para así tener la libertad de imaginar, especialmente en esta etapa de neoliberalismo en la que vivimos, en donde todo esta programado para que internalicemos estas ideas patriarcales de consumo sin pensar y sin necesidad de imaginar, todos los días recibimos un bombardeo de imágenes.

En cuanto al cuerpo exterior y el cuerpo interno me gusta “aplanarlos” y borrar todas las jerarquías para que solo quede este tejido que contiene ambos signos indistintamente. 

[H] En tu obra existe esta tensión entre la rabia y la belleza. Hay también una clara rebeldía a todos estos ideales y valores impuestos a la mujer que finalmente son construcciones del hombre occidental y muchas veces acabamos interiorizando y los tomamos como ciertos, y al mismo tiempo hay una factura minuciosa y una entrega amorosa en cada una de las piezas, es como si entablaras una conversación terapéutica o curativa con cada una de tus mujeres, diosas, o brujas.

[N] En mis piezas trato de emancipar estos cuerpos femeninos de los ideales impuestos y dejarlos conformar su anatomía, es como si al aprender el lenguaje del opresor adquieren la habilidad de atacarlo en su mismo lenguaje.

[H] también hay algo paradójico en tus pinturas y esculturas, pues pueden ser muy seductoras, pero, al mismo tiempo son grotescas.

[N] La palabra paradójica es muy acertada porque si bien es cierto que todo este imaginario de horror y de terror, muchas veces surreal y gore, es parte de la obra; al mismo tiempo está ejecutada con una entrega absoluta, a cada una de mis piezas les dedico todo mi amor y mi tiempo y las cuido como si fueran mis hijas, las trabajo con exquisitez y dedicación tanto en cuanto a los materiales como a la técnica de tal manera que en efecto tienen este poder seductor que mencionas. 

[H] Me recuerda a las flores carnívoras que son bellísimas y huelen muy bonito y tienen texturas y colores que atraen al insecto que será su víctima, pero en cuanto se acerca lo suficiente ¡pácatelas! es devorado. 

[N] Exacto, pienso en esta analogía con respecto a mi práctica y como puede servirme como un recurso para poder visibilizar todas estas ideas y acciones represivas.

[H] Me gustaría preguntarte ahora sobre las mujeres en tu obra a las que en lugar de referirte a ellas como, ogras, monstruos o brujas les llamas diosas ¿de donde viene esta referencia?

[N] Me queda que ahora me interesa producir cuerpos y no imágenes, porque en el momento que un cuerpo comparte nuestro mismo espacio se vuelve una presencia mucho más amenazante, mientras que una imagen plana está contenida o “atrapada” en un rectángulo, entonces al sacarlas o liberarlas del lienzo es como invitarlas a convivir con nosotras en el mismo espacio.

Pensé en ellas como deidades porque es una manera de honrar estos cuerpos femeninos que lograron salirse del cuadro (lienzo) y mas aun lograron mutar su cuerpo a sus necesidades y deseos. En una exposición que tuve hace poco llamada Venus atómica experimenté con esta idea de sacarlas del lienzo y permitir a los visitantes compartir con ellas nuestro mundo tridimensional, haciéndolas mas amenazantes, pero al mismo tiempo más vulnerables, abriendo la oportunidad de aproximarnos a ellas desde el sentir, el construir, y el destruir. 

[H] Esto que dices me hace reflexionar sobre las diosas del neolítico que eran veneradas como diosas creadoras y toda la creación surgió de sus propios cuerpos, ya sea dando a luz o de las partes de sus cuerpos desmembrados. Hay una gran diferencia en la manera como nos relacionamos los seres humanos entre nosotros mismos y con los animales y las plantas si somos parte del cuerpo de la diosa, a como nos relacionamos con el planeta y todos los seres vivientes si fuimos hechos con las manos de un dios masculino del cielo que nos dio dominio sobre la creación.

[N] Justo esta idea de generar de tu propio cuerpo—como estas diosas tan antiguas—me atrae mucho, no sólo a nivel físico sino a nivel psíquico y metafísico, hay que abrazar esos momentos de desborde que se transforman en un síntoma psicosomático, los dolores internos—la monstruosidad del cuerpo—se manifiestan en la cara, en las piernas, los brazos, en todas esas partes que se empiezan a deformar. En una de las piezas que muestro en esta exposición hay una imagen de una mariposa diosa que de sus pechos salen partes de cuerpos desmembrados, miembros y partes que la diosa puede acomodar y desacomodar a su antojo; engendrando potenciales anatomías que nacen del trauma.

Es inevitable, viviendo en la Ciudad de México, escuchar historias de cuerpos de mujeres mutilados, y me pregunto ¿qué se hace con todas estas partes de cuerpos que quedan ahí tiradas? y tengo esta fantasía de que tal vez podamos remembrarlos y darle a sus cuerpos otra oleada de vida, o, pensar qué sucedería si cada trozo tuviera agencia propia, convirtiéndose en un ser vivo y autónomo. Estas fantasías me ayudan a asimilar toda esta violencia y hostilidad hacia las mujeres en la ciudad, no sólo la física, si sales a la calle los hombres te consumen con la mirada, y la sensación de estar en peligro es palpable.

Mis deidades tienen la habilidad de mutar sus cuerpos, pensando en cómo algunas mujeres se vuelven jorobadas por esconder su pecho, o atrofian sus pies por el uso cotidiano de los tacones. Mi inquietud es entender como evoluciona el cuerpo femenino, a través de largos lapsos de tiempo, acomodándose y adaptándose para poder sobrevivir en estos contextos hostiles. De esta inquietud surge mi investigación sobre las mutaciones y deformaciones del cuerpo femenino y esta esperanza de poder remembrar o reintegrar a estos cuerpos esos miembros que han sido victimas de un sistema patriarcal que ha durado mas de 5,000 años. 

[H] Hablemos ahora de otro tema relacionado con esto, en nuestra cultura hay un tabú sobre el cuerpo femenino, en las escuelas se enseña en la clase anatomía como se hacen los bebés, pero desde el punto de vista del hombre, la sexualidad de la mujer no se menciona, pienso que hay una gran desinformación a este respecto, me gustaría saber que opinas al respecto.

[N] A mí nunca me hablaron de mi cuerpo en la escuela, es algo que fui aprendiendo creando mis propias herramientas, en este sentido siento que mis piezas podrían ser auto-exploratorias, los cuerpos femeninos que represento están en un momento de dolor, pero también de placer, aunque se trata de un placer mucho más complejo, viene acompañado de un dolor extático mojado de aceptación e auto-indulgencia.

[H] Pareciera que en lugar de hacer retratos de mujeres te interesa mas hacer radiografías o mejor dicho ultrasonidos.

[N] No me interesa el retrato tradicional para mi es más importante “retratar” lo que ocurre en los pensamientos, en los sueños o en los traumas, para poder expresar lo que está ocurriendo internamente en las mujeres, deidades o diosas que pinto.  

[H] Tienes razón, las apariencias no nos dicen nada de una persona, creo que en tu obra captas también el mundo interior psicológico de tus mujeres y eso hace que tus imágenes sean arquetípicas pues captas los traumas no sólo de la mujer “retratada” sino de la mujer universal.

[N] Pero al final mis pinturas si son apariencias, en el sentido que son imágenes y surgen de mi imaginación, es desde ahí que puedo intuir y expresar loa que ocurre en estos cuerpos.

[H] Si son apariencias (imágenes) pero no son representaciones, son mas bien interpretaciones, son lecturas diferentes, lo que haces con estos cuerpos es abrirlos como un libro y hacernos ver mas allá de la piel, en un proceso introspectivo que desde luego tiene que ver con tu proceso individual. Al exponer el cuerpo abierto de tus mujeres, nos ofreces una oportunidad a todas nosotras de reconocemos en los cuerpos de tus diosas.

[N] No me atrevería a generalizar, pero sin duda pienso que al abrir mi cuerpo y mostrarlo desde mi experiencia en estas diosas, posiblemente otras mujeres pueden lograr verse, o no. 

[H] ¡Claro! desde luego hay muchas mujeres que no quieren o no pueden verse a si mismas.

[N] Y esto también es problemático para mí y es algo que me interesa explorar en mi obra. No busco respuestas, busco seguir generando preguntas y que en mis objetos pueda haber migajas de pistas para poder comenzar a verme. 

[H] Hay otro tema que me parece está presente en tu trabajo y del que me gustaría hablar, es la aspiración en nuestra cultura occidental de un cuerpo imposible como el de Barbie, esa idea que para ser “bella” una mujer tiene que ser alta y delgada.

[N] La anorexia es un tema que he investigado desde hace muchos años. Me interesa porque se trata de una enfermedad que históricamente afecta al género femenino (aunque en los últimos años también afecta a los hombres, aunque en menor medida). Durante la pandemia leí un libro titulado Holy Anorexia de Rudolph M. Bell, que examina la búsqueda de la mujer en la Edad Media de la santificación a través del proceso de inanición y flagelación. Estas mujeres dejaban de comer porque creían que de esa manera el alma se separaba del cuerpo, es decir su manera de renunciar al cuerpo era literalmente matándolo. Yo interpreto esto como mujeres que están en huelga de ser mujeres. Las consecuencias de la anorexia son tremendas; dejan de menstruar, los pechos no les crecen, en fin, anulan su capacidad reproductiva, y adquieren un aspecto andrógino. En el libro se narran también episodios psicóticos como alucinaciones y ataques de locura ¡sus cuerpos y sus mentes literalmente se iban desintegrando! 

[H] Hablemos en concreto de alguna de las piezas que están en la exposición ¿Cómo se construye un río? por ejemplo, en “Two Daughters and a River of Blood” nos confrontas con una mujer partida a la mitad en dos lienzos y de su seno derecho pareciera salir una pequeña mujer envuelta en una especie de placenta amarillenta del otro una mujer minúscula chupa ese liquido también amarillento, es una pieza bastante enigmática ¿nos la podrías explicar?

[N] De uno de los senos está saliendo un chorro bilioso que envuelve el cuerpo de una mujer y de la otra, una mujer está chupando esa bilis, nutriéndose de ella. Pienso en los senos como montañas o tal vez como fuentes, los senos son plateados y la pintura va en un marco plateado que forma una especie de cámara, dando la apariencia que se trata de una de máquina que produce un líquido alquímico, para mí también es un enigma. Todas las piezas de la exposición tienen ese elemento, por ejemplo “No grites que la niña duerme” está a punto de derramar de sus pechos esas primeras gotas, que pudieran ser el calostro que anticipa la producción de leche en la madre o yéndome mas hacia lo fantástico o la ficción pudieran ser gotas de líquido cósmico. Esta pieza está colocada sobre la pared y enfrente hay un reclinatorio de manera que para poderla observar de cerca el o la visitante tienen que arrodillarse ante ella. La pose de la figura debajo de la cabeza hace referencia a la crucifixión, pero mirándola más de cerca, está sudando esa misma bilis, derritiéndose por el fuego que incendia sus tacones. Esto también es una referencia a las cazas de brujas y la manera en la que eran quemadas. 

[H] “I’ll haunt you when I’m gone” es otra pieza intrigante no es plana, pero tampoco se puede decir que es tridimensional, nos recuerda esas pantallas curvas que prometen una experiencia “inmersiva” ¿que me puedes decir de esa pieza?

[N] La intención es que parezca como una piel de vaca o animal exótico, como las que se usan para decorar, que cobra vida; pero se trata de una piel de un cuerpo femenino fusionado con el de una mariposa que logra despegarse de la pared, resistiendo que el residuo de su cuerpo sea un adorno de sala [risa]; le agregué las piernas para que pueda caminar hacia la visitante—al igual que Frankenstein-de muchos trozos remembrados, aterriza paso a paso en nuestro mundo. 

[H] Me parece que en “Two Daughters and a River of Blood” podemos establecer conexiones con la obra de Madeline, creo que ambas están creando ciborgs, estos seres híbridos que tienen partes del cuerpo orgánicas y partes mecánicas o biomecatrónicas como dice Donna Haraway.

[N] Que bueno que mencionas a Donna Haraway porque su libro Cyborg Manifesto ha sido muy influyente en mi trabajo, especialmente en una parte del libro, donde Haraway escribe como para las salamandras la regeneración tras la pérdida de un miembro requiere de una extraña función de restauración que hace que el miembro crecido de nuevo sea monstruoso, y a partir de esta observación hace una analogía con las mujeres que me interesó mucho, ella dice “Todas nosotras hemos sido profundamente heridas. Necesitamos regeneración, no resurrección, y las posibilidades que tenemos para nuestra reconstitución incluyen el sueño utópico de un mundo monstruoso”, y esto me pareció importante porque va justo en línea con mi trabajo, los cuerpos de mis figuras son cuerpos desprogramados que han dejado de obedecer a su anatomía y empiezan a desarrollar anomalías y monstruosidades, por ejemplo, a una de mis figuras ya se le ha formado un tacón de hueso. Los cuerpos de mis figuras se comportan de una manera disfuncional y no “obedecen” las reglas de lo patriarcal, de lo colonial ni de lo capitalista para las que fueron programados, son cuerpos desobedientes y disfuncionales que están en crisis, pero una crisis que es un éxtasis al mismo tiempo.