TERAPIA DE COLOR

MARK HAGEN

Saenger Galería se complace en presentar la primera exposición del artista Mark Hagen en la Ciudad de México, Terapia de Color. Residente en Los Ángeles, California, Hagen es ahora representado por Saenger Galería.

Abarcando una amplia variedad de medios, como pintura, cerámica, escultura e instalación, la práctica de Hagen examina la relación entre sistemas, autodeterminación y expresión. Sus intereses incluyen los parámetros físicos, institucionales y discursivos del arte, los procesos de producción, trabajo artístico, espacio social y más ampliamente, la repetición, la acumulación y los límites de la percepción humana, entre otros.

Terapia de Color, toma su título de un capítulo de “La Enciclopedia de Problemas Mundiales y Potencial Humano”, una publicación iniciada en 1972 por la ONG Unión de Asociaciones Internacionales (UIA por sus siglas en inglés), que de manera ambiciosa, sistemática e ingeniosa intenta catalogar los problemas y males de la humanidad, así como los medios para aliviarlos. Desde 2016, Hagen ha titulado sus pinturas según los capítulos de su edición de 1994.

Al igual que en estas celosías, lo geométrico y la cuadrícula figuran en gran medida en el trabajo de Hagen, así como también sus muchas referencias al cuerpo, la corporeidad y las formas orgánicas que permiten ver su obra más allá de lo puramente formal o abstracto y, por lo tanto, aislado de otros campos de investigación.

Las pinturas y esculturas de cemento de Hagen también representan la tensión entre el determinismo y el libre albedrío. Por ejemplo, cuando se empujan masas de pintura y cemento en moldes y llegan a sus límites se convierten para el artista en un retrato mimético de la galería misma.

Las nuevas pinturas de Hagen continúan siendo una exploración continua de la pintura como imagen y objeto. Para esta serie, los moldes de silicón están hechos de varios artículos de uso diario, envases de productos de consumo, artículos de importancia personal (por ejemplo: un colchón para acampar) y otros artículos elegidos por su significado poético o simbólico.

El resultado es también la producción de objetos autorreflexivos cuyo moldeado repetitivo se refleja en sus formas, facetas y patrones. El uso de moldes, en efecto, da como resultado la creación de obras gestuales pero a la vez seriadas, discretas pero continuas, lineales y cíclicas, autónomas y sin embargo algo aparte de una totalidad que es para siempre “en potencia”.

Finalmente, los marcos característicos de Hagen se fabrican sumergiendo titanio en ácido fosfórico líquido (inexplicablemente presente en refrescos y colas) y luego aplicando electricidad a diferentes voltajes. Esto deposita capas microscópicas de cristales transparentes que se rompen en un arcoíris de colores sin colorantes ni pigmentos. Aquí, el artista le recuerda al espectador que su percepción visual está limitada al espectro visible y crea lo que el artista llama un memento mori de las limitaciones humanas y lo preestablecido biológicamente, creando un "marco" de referencia.

Saenger Galería is pleased to present Mark Hagen's first exhibition in Mexico City: Terapia de Color (Color Therapy). Based in Los Angeles, California, Hagen is now represented by Saenger Galería.

Spanning a wide variety of media, such as painting, ceramics, sculptures, and installations Hagen’s practice examines the relationship between systems, self-determination, and expression. His interests include the physical, institutional, and discursive parameters of art, the processes of production, artistic labor, social space and more broadly: repetition, accumulation and the boundaries of human perception among others. 

Terapia de Color  takes its title from an entry in “The Encyclopedia of World Problems and Human Potential”, a project initiated in 1972 by the non-profit NGO Union of International Associations (UIA), which ambitiously, systematically and artfully attempts to catalog the woes of humanity as well as the means of alleviating them. Ever since 2016 Hagen has titled his paintings after entries from its 1994 edition.

In Terapia de Color, Hagen will present a new suite of acrylic paintings on burlap in the artist’s signature anodized titanium frames, as well as new cement screen-like sculptures cast from plumbing connections referencing the gallery’s own conspicuous plumbing and in general referencing systems of distribution and control put to aesthetic ends.

As with these screens geometric systems and the grid figure heavily in Hagen’s work as do his many references to the body, embodiedness, and organic forms which prevent his work from being purely formal or abstract and thus isolated from other fields of inquiry.

Hagen’s paintings and cement sculptures on view also perform the tension between determinism and freewill. For example as inchoate masses of paint and cement are pushed into molds they meet their limits and become for the artist a mimetic portrait of the gallery itself.

Hagen’s new paintings are also a continued elaboration and exploration of painting as both image and object. For this series, silicone molds are made of numerous everyday items, consumer packaging, articles of personal significance (a camping pad for example), and ones chosen for their poetic or symbolic meaning. 

The result is also the production of self-reflexive objects whose repetitive casting is mirrored in their repetitious shapes, facets, and patterns. The use of molds, in effect, results in the creation of works that are both gestural yet serialized, discreet yet continuous, linear and cyclic, autonomous yet something apart of a totality that is forever “in-potentia.” 


Finally, Hagen’s artist frames are made by soaking titanium in liquid phosphoric acid (inexplicably found in soft drinks and colas) and then applying electricity at varying voltages. This deposits microscopic layers of transparent crystals that break light up into a rainbow of colors without any dyes or pigments. Here the artist reminds the viewer that their visual perception is limited to the visible spectrum and creates what the artist calls a memento mori to human limitations and biological presets, creating a “frame” of reference.